martes, 5 de enero de 2016

64. OS INVITO A CENAR


Al año siguiente de la broma... más o menos hace 15 años...


...Ya abandonado el nido de mis hermanas, y habiendo probado estar sola un tiempo sin que hubiese funcionado, un amigo de siempre -diez años más mayor que yo- me ofreció su casa para vivir un tiempo... El lugar en cuestión eran dos viviendas unidas por un patio inmenso. Una planta baja, super antigua, de habitaciones amplias y techos eternos.
Lo compartía con otro chico, muy creativo al igual que él.
Miles de dibujos decoraban las paredes; espirales, corazones, flores... Colchas vistosas, cortinas de colores chillones, muebles reciclados por ellos y reliquias de adorno componían la estancia. Ellos se estaban recuperando de “problemillas de salud y de no quererse demasiado”.
Yo, en cambio, la más sana del mundo -ni alcohol, ni noche, ni drogas-, me incorporaba a sus vidas para dar un toque de frescura y control a sus días. No quería saber nada del mundo masculino y como a estos amigos no les interesaban las chicas -en el campo de la pareja, digo- pues matábamos varios pájaros de un tiro conviviendo los tres juntitos...
El dueño de la casa, cocinaba un poco como el culo, la verdad. Pero lo hacía todo con tanto cariño, que no éramos capaces de permitirnos un “no” cuando le daba por jugar con las ollas. En realidad es que éramos un poco pobres, para variar, y se guisaba con un poco de todo lo que se tenía. Yo me quejaba del “bolondro que cocinaba con mi hermana Eva”, pero después de conocerlo a él, cualquier cosa mala antes tragada era un capricho de dioses... (doce años más tarde, se ha convertido en un gran cocinero y trabaja en Barcelona. Claro que yo, la faceta que conocí, fue la de “doce años atrás”...).
La primera vez que noté un sabor rarillo a su comida, salada como sus indios, me callé la boca. Fue el otro compañero de piso el que hizo el comentario con la sonrisa torcida por el “exceso de cloruro de sodio” en la salsa... Además, una especie de lonchas blandas amarillentas flotaban en el jugo de aquel extraño sustento. Ya que durante los primeros años de mi infancia aprendí a tragar con agua los alimentos que detestaba, hice caso omiso al comentario y engullí como buenamente pude mi ración de rancho sin perder la compostura.
Al recoger la cocina y vaciar los restos de los platos en la basura, descubrí una bolsa vacía de patatas onduladas “sabor jamón”. ¡Eso era lo “salado” del potingue que nos puso para almorzar, y las cosas esas fofas que navegaban en el caldillo...! Había echado el paquete ese para darle “sabor”, por lo que se veía... Aunque asqueroso, al menos ya sabía a ciencia cierta lo que había engullido. Peor era la duda...
Supe entonces que teníamos que tener mucho cuidadín cuando el jefe de la casa se sintiera poseído por el espíritu del pollo a la Pantoja.
Una compañera de estudios vino de visita, y el aprendiz de Arguiñano se ofreció a preparar una gran cena. Socorro.
El mantel estupendo, la temperatura de la noche maravillosa... y la cocina ocupada en la preparación de una “pasta con carne y tomate que os vais a chupar los dedos”- repetía una y otra vez. (yo ya teníaa abandonada la carne en mi dieta, pero por educación lo dejé pasar)
Oler, olía bien. Mentiría si dijese lo contrario. No obstante, mis orificios nasales detectaron una de esas “rarezas” a las que no acababa de acostumbrarme. Me dije que sería por el avecrem.
Los macarrones estaban “al dente”, y la salsa deliciosa... Y, para variar, unas cosas extrañas flotando que no me sonaban a nada ni en el sabor ni en la forma. Como si hubiera echado una salchicha la mitad de fina que las frankfurt corrientes, pero cortada a trozos de un centímetro y medio. Debía ser la “supuesta” carne que titulaba su plato. Recordaba perfectamente que había mencionado “carne” y tomate. Pero a mí no me recordaba el sabor a ningún animal de nuestra cocina mediterránea.
Mi amiga, discreta, comentó:
-¿Y qué carne dices que es ésta?-
El otro, con cara de importante, pero sin mirarla a los ojos -lo cual me hizo sospechar que había gato encerrado- manifestó:
-...Ejem... ternera...-
¿Ternera?- me dije. Tardé menos uno en agarrar mi comida con cara de descomposición y volar a la cocina. Porque SÉ perfectamente cómo es la textura de la ternera, y “ESO” no era ternera ni de coña...
Era más bien gelatinoso, y su gustillo no recordaba a nada saboreado en mi vida (ni tú en la tuya, vamos...).
Con el plato entre las manos, con todavía algún que otro trozo de “esas cosas” entre el tomate, busqué en cada resquicio de aquel cuarto con el fin de encontrar “algo” que se pareciese o al menos me ayudara a descubrir qué carajo me estaba comiendo... En la basura, nada. Por las estanterías, los armaritos... ¡nada similar!. Abrí el frigorífico como una posesa y comparé las sobras de los cuencos y platos... y ni un sólo resto se asemejaba a “esas cosas” que acompañaban mis macarrones...
Pero entonces... vi la luz... Allí se encontraba “la lata”. Esa lata grande, abierta quién sabe cuándo... Me apoderé de ella como si mi vida dependiese de ello. Estaba por la mitad. Medio llena o medio vacía, qué más me daba... La incliné... y allí se hallaban esa especie de gusanos gordos, viscosos y recortados... Y siete palabras claramente impresas en el frontal del tarro:
“PERRINAT, EL MEJOR ALIMENTO PARA SU PERRO”
El universo es muy justo, si ya lo decía yo...

martes, 26 de febrero de 2013

ONG "SONRISA DE LUNARES"


Y bueno, hoy toca poner cara a mi bella amiga MICHELE.

Es la primera vez que lo hago y antes he pedido permiso mirando al cielo, como cada vez que charlo con ella desde que se fue... Mi Marujita.

Cada vez que hablo de "Sonrisa de Lunares", hablo de ella. Cada vez que veo un fondo rojo con lunares blancos, veo su sonrisa y recuerdo que debo sonreír.

Cada vez que aparece una mariposa en mi vida, siento su presencia.

Yo, y todos los que la quisimos o sentimos...


En Junio del 2011 decidimos hacer un concierto para sacar dinero para ayudar en una operación que se acababa de hacer a base de hipotecarse la familia para conseguir calidad de vida en el tiempo que le quedaba, porque ya no había nada para sanar su enfermedad. Lo conseguimos. Y metimos a más de 3000 personas en el Teatro de la Axerquía.
Aunque nunca habíamos organizado algo tan grande, el movimiento, cariño y apoyo de la gran cadena de favores que se creó en torno a ese concierto nos cambió la vida. A mí por completo.
Conseguimos maquinarlo durante meses y prepararlo en secreto para ella. En mi caso, desde facebook (aquí lo explicaba)
y desde mi blog. Y lo retransmitimos aquella noche vía web cam -gracias a un amigo que se prestó- para que ella pudiera verlo desde el hospital. Y bueno, ella ya estaba demasiado malita y en pocos días ...voló.

El día que estábamos reunidos para hablar de los carteles, decidimos no poner su nombre en él. Todavía confiábamos en que saliera... Yo voté porque hiciése alusión a la SONRISA, algo muy de mi Marujita, y su hermana María sumó a mi palabra DE LUNARES, porque Michele era muy así, muy SONRISA DE LUNARES.
Y en una servilleta diseñé un logo, que quién me iba a decir a mí hasta donde ha llegado...

Muchísima gente colaboró en aquella causa, en el escenario, en las barras, en la organización el día del concierto, donando dinero, pegando carteles, vendiendo entradas, patrocinando, cediendo miles de cosas para los tres mercadillos que hicimos... Todos trabajamos gratis. Todos los artistas tocaron gratis. Y a su marcha, Michele dejó magia en el ambiente...
Magia que aún perdura...
Sus padres quisieron agradecer todo lo que se hizo por su hija prometiendo hacer una ONG con ese nombre, Sonrisa de Lunares, sin ánimo de lucro y con el fin de ayudar a otras tantas personas que, como su hija, lo necesitaran. Personas con cualquier enfermedad y necesitadas de ayuda. Que ahora, con la política para ricos que tenemos, nos vendrá muy bien.
Y HOY YA ES UN HECHO. Hoy tenemos ya la ASOCIACIÓN "SONRISA DE LUNARES". Donde seguiremos haciendo un concierto anual con los artistas que se presten, mercadillos, y todo lo que se nos vaya ocurriendo... Donde necesitaremos voluntarios para todo lo que emprendamos  y donde podréis haceros socios.
Para cualquier información que necesitéis hemos abierto un correo (sonrisadelunares@hotmail.com)y también desde ahí o en LA TORTUGA (los que sois de Córdoba) podéis adquirir los papeles necesarios para formar parte de la Asociación.
Yo estoy metida hasta el fondo de mi corazón en ésta historia, por lo que cualquier ayuda o difusión la agradeceré enormemente...


Sus padres me han dado esta carta para que leáis sus sentimientos e intenciones, y yo os doy las gracias de antemano...

Hola a todos. Somos Luis Y MªAngeles, los padres de Michele.

Sólo en contadas ocasiones, nos hemos dirigido a nuestros amigos, utilizando esta página. Hoy, creemos que la noticia lo requiere, y que es la mejor manera para poder llegar a tantos como conocisteis a nuestra querida hija, y a otros a los que os llegó de alguna manera, su mensaje, su vitalidad, su vida, su sonrisa…..

Lo primero agradeceros de corazón todos los gestos de cariño,  que no nos faltan ni un solo día, y que tanto bien y compañía nos hacen. El dolor de la ausencia se suaviza cuando leemos vuestros mensajes, vuestras palabras de apoyo. Cuando sacudís del tiempo, vuestros recuerdos compartidos, para hacerlos de todos. Gracias por estar siempre al lado nuestro. Gracias por no olvidarla y seguir queriéndola.

Muchos sabéis de un deseo especial,  madurado y mimado casi desde el momento de su partida: la creación de una asociación en nombre de nuestra niña. Pues bien, queremos contaros, que ya no es un sueño más, hoy, y para todos los que nos necesiten, se ha creado la asociación SONRISA DE LUNARES.

Podéis imaginaros la ilusión, las ganas, el tiempo y el amor que lleva desde el comienzo en sus alforjas esta asociación. Nuestra intención es, y utilizando esta página, contaros que es nuestro proyecto, a donde queremos llegar, para quien está destinado. Que conozcáis todo de ella, que nos ayudéis, cada uno aportando lo que pueda y como pueda, que crezcamos juntos,  logrando grandes éxitos….o pequeñitos, pero haciendo ver a los que nos rodean, que ante las dificultades que la vida nos dispone, hay un sitio más dónde acudir.

Ya os iremos contando. El primer paso, el grande, el difícil, ya está dado. Ahora, y con tantos, lograremos seguir avanzando.

Un abrazo grande para todos y una gran SONRISA DE LUNARES.

domingo, 10 de febrero de 2013

121. PALABRA DE GITANO... BAH!



Hace exactamente 5 años mandé mi primera carta a la cadena CUATRO para quejarme, en esa ocasión, por el enfoque que daban -de cara a los que veían su programa CALLEJEROS- del pueblo gitano. Ese momento que les encanta enseñar del gitano drogadicto, rodeao de mierda, traficante, niños sin escolarizar despeinaos y comidos de mocos, gitanas con los talones negros y la risa floja con su buen machista al lado, bañándose en las piscinas tapadas hasta el cuello... que al resto del país le encanta ver desde la comodidad de sus sofás, adentrándose en esos suburbios desde la estufa de su casa...
Les invitaba a hablar de la problemática de los barrios marginales en cuestión a abandono por parte de los ayuntamientos de, por ejemplo, las tareas de limpieza, a los que en ocasiones ni los taxis se adentran en ellos para llevarte... Le invitaba a hablar de cómo a una familia gitana que se dedica a la chatarra, por ejemplo, y cuyo vehículo único era un burro, le quitaban su chabola para meterlos en un quinto piso donde ni pueden almacenar su mercancía (que es su medio de vida), ni hay una cuadra ni un arbolito pa amarrar su vehículo, porque aunque parezca un chiste, nadie sabe lo que supone subir su burro al quinto sin ascensor. 
Les invitaba a investigar la importancia de atajar sus problemas empezando desde la raíz y no por el final y a olvidar un poco el "juicio rápido". De buscar soluciones a la hora de las escolarizaciones de una parte de esos niños contando con que las familias que trabajan en los mercados, por poner un ejemplo, están allí buscando sitio y montando puesto desde que apenas ha amanecido y quizás, se me ocurre, necesiten un autobús que recoja allí a los niños y los lleve y traiga del cole y así se adapte a sus necesidades... O a que nos cuenten la importante labor de los mediadores, de los educadores sociales, las asociaciones gitanas y todo lo que están consiguiendo...
Y, cómo no, les invité a que dedicaran un programita aunque fuera a todos esos miles de gitanos que estudian, que se forman, que trabajan, que no roban, que no trafican...
(Y -ojo- ADVIERTO: me aburre igual de soberanamente el ORGULLO PAYO que el GITANO. En todo hay DE TODO. Y ladrones, traficantes, marranos, machistas e ignorantes los hay en todas las razas y nacionalidades. Así como trabajadores, emprendedores, buena gente, limpios y licenciados también. Por lo que dejémonos tanto unos como otros de tanto pego ya.)

Y les hablé de mí. Doce años conviviendo con un gitano. Conviviendo desde casi el día en que lo conocí. Sin casar, sin ser virgen, con un escote por el ombligo desde el primer día, trabajando de noche, manteniendo exacta relación con mis amigos hombres estando con él que cuando no lo estaba, con mis hechuras extrañas y mis costumbres abiertas. Haciendo topless o nudismo exactamente igual que años atrás. Hablando de sexo, de política y del tema que me viniera en gana tanto en nuestra casa como en la suya. Y no tengo que explicar creo por dónde me paso yo el machismo y que si hubiera sido una norma en mi relación, habría mandado todo al cuerno al instante. Les hablé de cómo he sido absolutamente querida por ellos: gitanos quizás con otras costumbres distintas a las mías (como las de otros no gitanos que han pasado por mi vida) que respetaron lo mío con la misma naturalidad que yo lo suyo. En mi casa siempre hemos limpiado los dos, puesto lavadoras, trabajado, guisado... Mi suegro ha sido jefe de sala de Bingo media su vida, entre otros miles de trabajos. Mi suegra se ha bañado en bikini desde joven, al igual que mis cuñadas y primas. Una familia que cuenta entre sus integrantes -de sangre o familia política- reconocidos abogados y abogadas, cocineros de hoteles importantes, vendedores de seguros, carteros, maestras, representantes del pueblo gitano aquí y hasta en Europa, vendedores de mercao, bailaores, tratantes, músicos, vendedores de pisos, de viajes en agencias... (y que muchos han seguido sus costumbres y se han casado con su pañuelo y otros han elegido no hacerlo, ni casarse, y convivir en pareja directamente)
¿Es que soy ejemplar único o es que HAY DE TODO?

¿No se dan cuenta estas productoras morbosas que están alimentando de nuevo ese desprecio al gitano sacando nada más que estas historias antiguas?

Ser GITANO es una cosa y todo el resto son ÚNICAMENTE CIRCUNSTANCIAS.
Si te crías en un barrio marginal tendrás más posibilidades de caer en la delincuencia sin necesidad de ser gitano. Las circunstancias sociales y el entorno serán las que marquen tu vida, no tu raza.
Así que dejémonos ya de historias de payos y de gitanos, AMBOS, y sobre todo DE GENERALIZAR. Todos somos personas, coño... El machismo está en el aire a diario y no únicamente viene del gitano. Ni viene de ellos el querer que tu hija se case virgen... ni la falta de higiene, ni la incultura, ni na de na... Aquí fallamos todos. Y robamos todos si es preciso. Y hacemos también todos las cosas bien cuando queremos y podemos.
No se trata de defender a malsalva ni a unos ni a otros. Cada cual es libre y se representa a sí mismo como individuo único exclusivamente. El que quiera gastarse en una boda millones, pues que lo haga. Y el que quiera comprarse un bolso de marca para aparentar, que lo haga. El que quiera vivir para trabajar que lo haga, y quien prefiera trabajar lo justito para disfrutar de la vida, pues ole...
Las características de las personas NO SON INTRÍNSECAS DE LAS RAZAS, no lo son. Igualdad de derechos, igualdad de oportunidades... eso es lo que debemos batallar. Y basta ya de programas que enseñan lo más oscuro... Basta ya del mito del gitano lleno de brillos que no sabe hablar, navaja en mano. Allá cada cual con lo que haga y que cada uno sea consecuente con sus acciones, pero nadie abandera con ellas a toda una comunidad. Ni unos tan malos ni otros tan santos.
Así que no le hagamos palmas a este tipo de programas carroñeros. Si quieres saber, si quieres conocer... MUÉVETE.

jueves, 4 de octubre de 2012

120. STILNOX, nunca mais...



...Duermo poco y mal de siempre; no es nuevo. Y lo peor es que, aunque pase medio zombie el día que no he descansado, cuando llega la noche siempre se me mete en la cabeza una canción lo suficientemente pegadiza, como para estar como una rosa de nuevo y volver a no dormir.

Hace muchos muchos años, me quedé sin trabajo y me piré a Murcia a trabajar en una fábrica de conservas. Paraba en casa de mi abuelo Pepe. Él estaba en su casita de Alicante, por lo que me encontraba SOLA.
Llevaba fatal los horarios, porque tenía que comer a mi hora de desayunar -para aguantar- y currar casi todo el día con muy poco rato de descanso (donde me tomaba una cocacola de lata que se me solía caer en el pecho, por cierto) y parte de la noche allí. Y encima ...casa antigua, desconocida, los cambios, la vergüenza, no conocer a nadie, tantas horas sin hablar, quitando huesos a los albaricoques o metiéndolos en latas, hirviendo, en Agosto, la soledad, la pena... Vamos, que no dormía nada.

Llamé a una amiga psicóloga de mi ciudad para que me recomendara unas pastillitas para dormir, porque tanto curro  y tan poco sueño me tenían destrozada. Y allí es cuando apareció en mi vida aquel nombre: STILNOX...

Yo NO SABÍA que eso había que tomárselo justo pa meterte en la cama, porque no suelo acostarme hasta que estoy profundamente dormida en el sofá. Así que, muy lista yo, me metía la pastilla en la boca justo cuando salía de la fábrica, de madrugada. Luego caminaba hasta la casa de mi abuelo, me pegaba un baño, me preparaba algo de comer, cenaba, me sentaba en el sofá a ver la tele... O sea, casi dos horas despierta con mi Stilnox en la barriga haciendo sus efectitos.

Al principio no notaba nada... Cierto relax... Mente adormilada que me ayudaba a no pensar... Pero enseguida comenzaron el resto de los síntomas: me quedaba extrañada mirando cosas con los ojos como platos en la bañera hasta enfriarse el agua, se me caían las cosas al suelo, lucecitas, me pegaba golpes con las paredes del pasillo al caminar (pero golpes GOLPES)... y lo peor: EL MOMENTO-FOTOS.

Mi abuelo tenía el salón lleno de fotos enmarcadas y colgadas en la pared o colocadas en el mueble, de mi abuela fallecida, sus padres, resto de familiares... Y cuando me sentaba en el sofá, las miraba... Y ELLAS A MÍ...
Esas caras se salían de los marcos acercándose y alejándose... Me miraban fijamente, abrían los ojos... Se hacían grandes cuando se escapaban a por mí y volvían a su ser cuando regresaban al marco. TODAS. TODOS ME MIRABAN... Me espiaban, me observaban... me seguían con la mirada si me movía...

Además de no dormir...ME ESTABA VOLVIENDO LOCA...

Pasaba finalmente hoooras y horas asustada, mirando de arriba abajo, quitando fotos, volviéndolas a poner... y sin contar mis sospechas de locura a nadie.

La última de esas noches terroríficas, encima, me tomé una segunda dosis de Stilnox por ver si así conseguía escapar de tanta paranoia. Pero muy despierta yo... sin plantearme ni siquiera el irme a la cama hasta que no me venciera el sueño por completo.

Tengo vaguísimos recuerdos de esa noche, la verdad. Solo recuerdo, SOCORRO,  en las condiciones en las que me desperté:

...Estaba dormida en el cuarto de mi abuelo, posición "sentada en la alfombra con la cabeza apoyada en la mesita de noche". En mis manos tenía una Virgen de Lourdes muy bien agarrada, tamaño berenjena aceptable. Debía ser de cuando mi abuela vivía, o sea, hacía ya siglos. La Virgen se abría en dos, rollo botella, para albergar en su parte inferior agua bendita. Pues bien; no había ni gota. DEBÍ HABÉRMELA BEBIDO. Sí. AGUA DEL AÑO DE LA PERA, espero que no muy podrida, que pa eso era de Lourdes. Y lo peor: La Virgen tenía muy bien colocaíta entre los dedos -de esa mano que suelen tener estiradita- UNA FOTO MÍA DE CARNET.

A saber.¡¡¡ A SABER QUÉ ME DEBIÓ PASAR AQUELLA NOCHE POR EL COCO, CON MIS DOS STILNOX monos, para que yo me encomendara a la Virgen de Lourdes y le incrustara mi foto en la mano y me bebiera el agua bendita!!!

Pasé la jornada de trabajo ACOJONADA y cuando llamé a mi colega que me las había recomendado y me dijo: "¿pero no leíste el prospecto? ¡Eso se la toma una y se acuesta del tirón!!" suspiré aliviada...

...Y es por eso por lo que decidí que NUNCA MAIS... Que me quedo con mi insomnio, con mis chuches y con mi aburrimiento... y si acaso una valerianita.



martes, 12 de junio de 2012

119. LOS NIÑOS...

...Cuando las circunstancias de la vida te llevan a visitar con asiduidad un hospital, descubres un mundo...
Es como un pequeño barrio, donde conviven familias, enfermos y personal del hospital que van estrechando lazos a medida que pasan los días...
Caras cansadas, llorosas... Personas frágiles, pero fuertes...
Cada grupo reparte sus funciones. Unos sufren desesperados, otros alimentan la esperanza, unos no quitan la risa de sus gestos, otros lloran sin consuelo, unos pierden la fe, otros animan al resto aun sabiendo que sus miedos escondidos tras un muro tiemblan, y la piedra empieza a agujerearse, como si de un bombardeo se tratara...
Mientras una familia recibe buenas noticias, a la de al lado les han dicho que solo queda esperar...
Familias rotas por la incertidumbre consuelan a un desconocido que se derrumba... Prestan su pecho para que descarguen sus lágrimas...
Allí todos son uno. Allí todos vibran por el mismo dolor...

Doctor@s, enfermer@s, celador@s, limpiador@s... a los que nunca les falta una frase de ánimo para los enfermos.

Cuando se trata de niñ@s, la cosa es mucho más dolorosa...
Si la imaginación de un adulto postrado en una cama puede ser insoportable, ¿qué no pasará por la mente de esos pequeñines que hace apenas unos días ponían su diente bajo la cama esperando al ratón que fabrica su casita con ese trueque en forma de regalo?

Hay una niña en el hospital, de Palma del Río...
Tan poquita cosa que te da ganas de estrujarla y llevártela contigo...
Con tan mínima edad, sabe perfectamente su enfermedad y sus tratamientos. Porque Lucía ha pasado mucho tiempo batallando... 

Con ese "ceceo" propio de su pueblo natal, me explica -cuando le pregunto- cómo le van a poner "como una coza fija para que no tengan que meterme el tratamiento por la vía"... y te enseña su bracito... Incluso se permite la licencia de elegir dónde quiere que se la pongan: "o en el mismo zitio de la otra vez -y se toca la parte superior derecha del pecho donde ya la vida le regaló su cicatriz- o en el otro lado". Buscando la simetría a las marcas de su cuerpo...
Lucía todavía tiene ganas de hablar, aunque poca hambre. "Me comí una tostá a las doce menoh cuarto"... Ella sabe que si no come, tendrán que alimentarla de otra manera, y recuerda como la vez pasada que ingresó "me puzieron el tubo por su curpa -lo dice riendo y señalando a una familiar- porque comí mucho arró amarillo de mi tita, que eze zí me gusta, y lo acabé vomitando". Y luego añade: "bueno, el tubo me lo puzieron realmente por mi curpa, porque no comía"...
-pero, ¿no hay ninguna comida que te guste de verdad?
-"zí, la bagué de tortilla"...
Cuando una niña tan chiquita, tumbada en una cama de hospital el triple de grande que ella, te dice "por mi curpa" te das cuenta de que, si realmente existe un dios, no es él quien decide quien se va a su lado y quién no.
Luego te explica cómo un profesor viene a darle clases al hospital, y que hoy tenía un examen: "pero como no había eztudiao, me he hecho la dormía"...


Esta mañana el colegio de Lucía ha organizado un desayuno solidario. Los niños intercambiaban su euro para chuches por un chocolate y un bollo (riquísimo, por cierto). Las paredes estaban llenitas de murales con frases parecidas a "Todos somos Lucía", "Lucía, ponte buena ya, que te estamos esperando", "cuando la vida te pone por delante esos problemas, es porque sabe que puedes solucionarlos"... Ay, qué chicos y qué grandes...
Palma del Río es famosa por su solidaridad.
Y allí he conocido a la hermana melliza de Lucía y a la de su madre. Y mi amiga voluntaria de la asociación contra el cáncer saca su cámara y comienza el reportaje que luego llevaría a Lucía y los suyos...




Camino de su habitación, y acompañada por mi amiga voluntaria, nos encontramos con otro niño que es un pizquillo. No me llega ni a donde acaban mis piernas. Sus ojos son gigantes y llenitos de pestañas larguísimas. Mi amiga, comienza a hablar con el niño acerca de los whatssaps que él le manda de madrugada para saludar... y él se ríe. Una risa grave y contagiosa sin apenas gesticular...
-Ahí venimos, a cargar su mochila- dice su madre. Madre que, con la misma mirada intensa no pierde la sonrisa de su boca...
"Cargar la mochila" es cargarse de morfina porque está en cuidados paliativos... Y entro en el cuerpo de esa madre y de ese niño, y me siento tan estúpida por haber osado creer que era desdichada alguna vez a causa de las  tonterías sin importancia de mi vida...


Hoy Lucía no hablaba. No parece haber un motivo físico por el que no hable, pero ella mira al techo de su habitación, que seguro se sabe de memoria, y piensa...
Y no puedo evitar de nuevo entrar en su cuerpo e imaginar lo enfadada que tiene que estar con el mundo... Por qué no puede ella vivir, como niña que es, su infancia igual que el resto de sus amigos...
Miraba con su poquito de ilusión las fotos, mientras la voluntaria le leía los mensajes de los murales...
Y aparece otra voluntaria que hace un año justo perdió a su hija...
- ¿cómo está hoy mi cotorrita?- pregunta con su mejor sonrisa...

Solo conozco los ojos de su familia, porque las mascarillas que hay que llevar para protegerlos me impiden ver más. Pero esas miradas lo dicen todo. De nada sirve esconder la mueca de dolor...
El trabajo del personal del hospital es impecable. Y es diario. Yo solo he ido dos o tres veces a esa planta. Y esos voluntarios tienen el cielo ganado. Porque la mayoría conocen perfectamente esa enfermedad en sus propias carnes o en las de sus seres queridos. Y allí van, dando ayuda, alegría y apoyo habitación tras habitación... Y aunque lo intenten, es imposible no llevarse el dolor a casa. Crean lazos estrechísimos de amor con las familias...
Y los sacan de la rutina, y les cuentan historias increíbles, y les hacen reír...
De repente me siento impregnada de tanto dolor. Porque aunque mi paso ha sido circunstancial, ya sé que todo eso existe viéndolo, sin escucharlo.... Y si mi dolor es un granito de arena allí, no quiero ni pensar cómo están de rotos esos corazones

Me acerco a Lucía por última vez, a ver si consigo escucharla antes de irme.
Siento que no sé nada de la vida cuando la miro...
-estás harta, verdad, chiquita?

Ella solo asiente con la cabeza...
-pues no te cortes, Lucía... Grita cuando lo necesites y enfádate, que tienes toda la razón, saca tu rabia de dentro...
De repente entra una enfermera simpatiquísima y Lucía por fin abre la boca:
-"de dónde has zacao ezas gafas tan feas?"