Os voy a contar una historia que me encanta de cuando era pequeña... Le ocurrió a mi mejor amiga del cole de Leganés, Yolanda Toledo, a la que por cierto perdí la pista hace años y espero le lleguen ahora mis vibraciones...
Yo tenía 12 o 13 años cuando ocurrió, y a base de narrarla y narrarla toda mi vida, supongo que la he exagerao bastante y me he inventao la mitad... Digamos que he la he "decorao"... Ella me la resumió en 5 minutillos, pero a mi me gusta recrearme en los pensamientos... jajaja... qué mala...
Todo el mundo sabe que -al menos eso hemos comentao las chicas en la adolescencia de toda la vida- cualquier mínimo motivo es suficiente para desenamorarte a esas edades... Mis amigas y yo, en ocasiones, nos contábamos el porqué de nuestros desenamoramientos entre carcajadas adolescentes... Me fascinó esta, de la cual me voy a apropiar contándola en primera persona, que es la manera que tengo yo pa describir bien... Es más; estoy segura que si yo, con 13 años hubiese tenido un novio así, de seguro le habría gritado sin pensármelo y en ese instante aquella palabrita que tanto utilizábamos las niñatas con voz de pito:
-CORTO!
...A ver, imaginad...
Era de los primeros chicos con los que quedaba tan a solas... Le había dicho "SI" hacía un tiempo a su petición de salir con él, como novios...
Los sábados, en estas ciudades céntricas, es costumbre ir a la piscina municipal, a achicharrarte con el sol y sentirte rica, guapa y morena...
Cuando Pepe (vamos a llamarle así, porque no está bonito dar nombres en estos casos)me propuso quedar pa ir a la "pisci", me lo pensé un poco... Seguro querría que nos enrollásemos allí, con los cuerpos lo más desnudos posibles. Pero bueno, ya era hora de dar ese paso, no?
Y como estaba delgadita y tenía buen tipillo, pues no tenía nada que esconder...
Llevábamos más de un mes saliendo pero en pandilla, y esas cosas de los besos da un poco de vergüenza con tanto público...
Me recogió, y marchamos a bañarnos cogiendo "la camioneta" (así le llamaba Yola al autobús, si mal no recuerdo) dispuestos a pasar una día inolvidable.
Me gustaba mucho Pepe, aunque tenía mis temores:
-¿Y si no me molan sus pies? ¿y si tiene una barriga muy blanca y muchos pelos y muy negros? ¿y si tiene granos en la espalda?- en fin, esas cosas tan importantes que se plantea una en la pubertad y por las que puede terminarse instantáneamente una laaaarga relación...
En un momento determinado, Pepe me propuso un baño...La manera de tirarse a la piscina, ya me dio su poquito de repelús... Esos intentos de hacer un salto del "algo" y parecer uno "de bomba" de toa la vida de dios...
Yo disimulaba acá y allá, intentando alargar lo más posible el momento-beso-tornillo...Apoyada estaba en un lateral de la piscina, con el agua por encima del pecho, cuando Pepe surgió de las profundidades y me acorraló, a modo de ligón, con sus enormes brazos con los que agarró el bordillo...Yo entonces... "fiuuu...fiuuuu..." silboteaba un tema de Hombres G, que era lo más de lo más... sin querer mirarlo pa evitar el beso... Su pecho me pillaba frente a los ojos porque era altísimo... Por ahora, no estaba mal el colega...Desde que emergió Pepe, hasta que le miré a los ojos únicamente habían transcurrido unos segundos, pero es que yo pienso muy deprisa y todo el resto que cuento pasó a la velocidad de la luz...Penetré con la mirada a Pepe, que había leído en el Super Pop que eso volvía locos a los chicos...Y... ooooohhhh... no puede ser...!!!...SO...CO...RRO...El sol daba de frente a Pepe, y "algo brillaba" en la zona izquierda de su labio superior...Sí, señoras y señores... Sí, damas y caballeros... PEPE... ME TEMO QUE TENÍA UN...BUFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFF......SÍ... tenía un MOCO.(me quiero morir)Tenía un moco largo, que comenzaba en el orificio, rollo transparente, y terminaba con un toque de color sobre su aparente gustosito morrito...Socorro, socorro y socorro... Mierda y mierda y remierda...Pepe se iba acercando a mis labios, sediento de amor, y yo solo tenía en mente un pensamiento...MOCO.Y mira que quise darle un toque romántico a mi visión, imaginándolo "ambar" con insecto caramelizado y atrapado con su resina de amante... Pero no, ese que tenía Pepe era un moco con toque verde y punto.Y la cosa no acaba aquí... Ya digo que mis pensamientos son corredores de fondo, y que desde que me atrapó entre la pared de la piscina con sus brazos hasta esto que cuento, pudieron pasar 15 segundos, no más......Y es que, Pepe, ahora, como cualquiera que sale del agua... apartó las gotitas de su cara con las palmas de las manos, para atrás, y......... buffffffffffffff.......¡COMUNICÓ, GRACIAS AL MOCO, SU NARIZ CON SU OREJA!!! A modo de micrófono de Madonna...Y yo lo siento mucho por Pepe, pero esto ya pudo con mi cupo de grima... so...co...rro...Entonces, metí en mis pulmones el mayor oxígeno posible -haciendo un ruido que te mueres- bajo la espectante mirada del "hombre-moco"... y... y me sumergí y -bajo sus pìernas- salí de aquella cárcel, y buceé, buceé, buceé... Sin respirar, ahí, axfixiándome... Por entre los culos de los bañistas...Al darme con la frente en la pared contigua de la piscina, saqué la cabeza...-Ah..ahhh...ahhh...ahhh...- Creí morir por falta de respiración... Corrí, corrí... Pillé mis cosas y corrí sin mirar atrás... Marché sin despedirme, con el único recuerdo en mi mente de ... Pepe, su piel morena, sus ojos verdes, su blanca sonrisa... Y ESA CARA DE RIDÍCULO QUE SOLO TIENE UNA PERSONA CON UN MOCO GIGANTE DE PUNTA A PUNTA DE LA CARA Y QUE NO ES CONSCIENTE DE ELLO.....Al cabo de dos años, me encontré a Pepe en un botellón... Bajo los efectos del calimocho, al fin se me acercó y me susurró roneante:-Nena, nunca entenderé porqué me dejaste... así, sin explicación...-SO...CO...RRO...- pensé...-ya ves, la vida...