
Tendría yo 15 años y era punky... o eso me creía, claro... Que mucho imperdible, mucho rabillo y mucha laca, pero apestaba a colonia Nenuco...
Me llamaban Kampanilla, como la del licantropunk. Y llevaba los mismos pelos y peores pintas...
Iba camino del instituto cuando me pararon dos señoras, rollo monjas de paisano, super sonrientes... Dudé por un instante si serían testigos de Jehová, que solían perseguirme por aquella época para ver si optaba por el buen camino, pero no... era algo peor.
Mierda de educación pegada a mi ser, que me paré a escucharlas...
Eran representantes de Avón y buscaban vendedoras... socorro...
Y, para variar, por puro corte, por no saber decir NO a tiempo, porque no se sintieran mal, pues eso, que firmé un contratillo sobre un coche, asegurándome por supuesto que absolutamente nadie moderno me viera... Como era menor de edad y ni siquiera tenía DNI, pues me dijeron que diera los datos de mi madre: Esperanza. Y con ella, con la esperanza de que nunca nadie se enterara, marché con mi secreto a estudiar...
Por supuesto que ni por asomo le comenté a mi pandilla de "punkis" del instituto (compuesta por Txus, Charlie, el Kroketas, Victor y el Galletas) ni "mu" de lo acontecido...
Socorro, cómo coño iba a salir de esa pesadilla...
Cuando mis amigos me dijeron de quedar al día siguiente, inventé una excusa porque era mi primera reunión de vendedoras de Avón en un hotel de renombre... Me quería morir...
A la tarde siguiente, salí con tiempo para prepararme psicológicamente para el "momento-llama-a-su-puerta". Porque si corte me daba ir, más corte me daba ser informal y no aparecer...
Total que entro en el salón enorme aquel, compuesto de 300.000 marujas... y yo.
Iba vestida, todavía lo recuerdo, con un jersey de cuello vuelto negro lleno de rotos, unas mallas de licra con agujeros enganchados con imperdibles, y unas botas de soldado con plataforma -con los cordones llenos de flores de plástico reliadas- a las que le había dibujado con titanlux ojos, boca, dientes... Eran mis famosas botas "matrimonio de gansters" (las tenía por parejas). La "masculina" llevaba además pintadas unas gafas de sol y pegada una colilla entre los labios. Y la "esposa" llevaba superpuestas unas pestañas postizas blancas, hechas con el plástico de la tapa del bote de colón, rizaditas y muy monas...
Tanta concentración en la puerta de si "entro o no entro", que estaba empezada la charla...
Una señora super arreglada, en una especie de altar como los de las iglesias evangelistas, hablaba con voz hipnotizante a mogollón de amas de casa hipermaquilladas de avón, y un pestazo a colonias varias (de avón también) inundaba aquel salón de actos...
-...Y para nuestras queridísimas vendedoras que superen el record de ventas del mes pasado, tenemos el precioso collar de perlas "Flor de Indonesia" (o algo así) de regalo...-y sacó de una cajita un collar estrecho de bolas blancas gordas, con forma de flor. O sea, que tenía semicírculos de tira de perlas por todo alrededor, como si fueran cinco pétalos...
-Socorro... -me lamenté para mis adentros- ¿qué coño pintaba yo allí? ¿y si me preguntan? Ay, por dios, si yo no tengo ni idea de maquillajes!!! Si yo me pinto los rabillos con rotulador Edding y los labios con lápiz marrón "Penumbra" del todo a 100!!..-y en ese momento fatídico...
-Por favor, alguna vendedora que lleve un jersey negro de cuello... ¿podría acercarse para que veamos el precioso efecto que deja en nuestro look el collar de perlas "Flor de Indonesia"??- glups...
-Socorro... -pensé escondiéndome en la primera señora corpulenta que vi por delante- no puede ser... por favor... que no me vea... me muero... - y entonces noté las miradas de las 300.000 marujas en mi... Ayyyyy...
-A ver, esa vendedora nueva... Sí tú, no mires atrás, te llamo a tí... (mierda!) Podrías acercarte, por favor?...
Socorro de los socorros... No me lo podía creer... solo quería desmayarme y hacerme la muerta para únicamente despertarme en el hospital.
Y allí me vi, ante miles de señoras, haciendo de modelo del ridículo collar de perlas "Flor de Jamaica" de Avón... mientras ellas observaban mis botas y mis rotos, chismorreando de todo menos de la flor de perlas de mi cuello, horriblemente hortera...
Por supuesto que me mantuve al menos una semana pensativa y avergonzada, sin poder contar a nadie mi secreto, ni mi ridículo, ni mi contrato con Avón...
Solo se lo confesé -entre risas- a mis hermanas. Y por supuesto que no fui a llamar a "su puerta de nadie". Únicamente hice un primer pedido de pintalabios, lápices y polvos para nosotras, las de mi casa... que por supuesto nadie pagó jamás. Por lo que no ingresé la parte correspondiente y me olvidé del asunto...
Y es ahí cuando comenzó mi "persecución de Avón".
Comenzaron a llegarme cartas, primero simpáticas rollo "se le ha debido olvidar hacer el ingreso de su pedido a Avón, pero sabemos que en cuanto reciba la carta irá corriendo al banco..." y luego de más susto con palabras como "emprender acciones legales" y otros éxitos...
Las primeras las remitía "Avón delegación Córdoba". Pero más tarde llegarían las de "Avón Madrid", "Avón España", "Avón Mundo", "Avón Planeta", "Avón Cosmos", "Avón Universo"...
AAAAAAAAAAAAAAARRGGGGGGGGGGGG!!!! Y eso durante meses..
Estaba cagada. Solo esperaba que no se hiciera público. No, mis amigos los "punkis" no podían enterarse jamás!!!
Una noche estábamos la pandilla al completo en un lugar llamado "la litrona", haciendo honor al nombre... Cuando de repente noté una mano que tocaba mi hombro y susurraba:
-Esperanza?- glups...
No podía ser.. Eran las dos señoras que me captaron hacía casi un año...
Por suerte no recordaban mi nombre, puesto que me hice vendedora con el de mi madre. Y por más suerte también, ninguno de mis amigos sabían que mi madre se llamaba así...
-Ehmmmm... no, no me llamo Esperanza...-ay...
-Ah, perdona entonces... Es te pareces mucho a una vendedora de Avón a la que no encontramos desde hace tiempo, que era así como tú, así de moderna... pero perdona de nuevo...-y se fueron nada convencidas, mirando hacia atrás y "sospechando".
-Jajajajajajaja- se descojonaban mis amigos- la han confundido con una vendedora " del Avón ese!!! jajajajjajajajajaaa...
Yo intenté sonreír... y el puto tic del labio superior casi me delata. Hasta hoy.
FIN