Superar la pérdida de un ser querido es tarea imposible... pero hay que intentar seguir viviendo.
Y, aunque ahora quizás es demasiado pronto, hay que empezar a buscar los miles de mensajes que nos dejó en vida. Y aprender...
-"Lo que más valoro hoy en día de la gente, estando como estoy, es el respeto y la educación. Aunque suene demasiado clásico. Las personas que siempre están en su sitio y sobre todo que saben escuchar. Otra cosa es que tengan carisma o caigan bien, pero no me gustan las que "fuerzan" el protagonismo. No soporto a la gente que impone sus ideas o incomoda a los demás. Me gusta que me hagan sentir bien en todo momento. Esas son las personas a las que me apetece ver, y con las que más a gusto me siento... Porque se puede opinar distinto, pero no es necesario ofender..."
Esa fue una de las últimas conversaciones que tuve con ella... y no recuerdo ni una sola vez que ella se comportara distinto a lo que pedía a los demás...
Sus ganas de vivir también me enseñaron mucho. Porque ahora, si en algún momento decaigo, siento que no tengo derecho a desperdiciar ni un segundo de mis días enfadándome por liviandades. Es como tirar la comida sabiendo que hay hambre. Así lo siento...
Pero el duelo es el duelo... y hay que pasarlo...
Lo más difícil es aceptar la pérdida y continuar, pero hay que hacerlo... y para ello hay que sentir el dolor.
Y ese dolor es el que provoca todas esas sensaciones horribles que parece que nunca terminarán, que te quitan el hambre, el sueño y hasta las ganas de seguir... Todo lo que ahora te pueda pasar, es normal... aunque con el tiempo se calma.
Y aunque ahora te parezca que nada tiene sentido, aprenderás que volver a ilusionarte con las cosas no está reñido con echar de menos...
Aprenderás que muchas de las cosas que haces, forman parte de ella...
Aunque pienses que es imposible, es gradual, se calma... porque aprender a seguir sin tanto dolor, NUNCA significa olvidar.