domingo, 4 de marzo de 2012

117. La importancia del ABRAZO


...El abrazo es un idioma universal.

Fundirse en un abrazo es sentir desde el otro cuerpo. Con tan solo un abrazo podemos transmitir sentimientos indefinibles con palabras y percibir lo que habita en lo más profundo de la otra persona. Y nada más gratificante existe que dar un abrazo al que lo necesita.

Tenemos que cuidar más de nuestros enfermos. No solo de su cuerpo físico. También de su alma. Las personas con enfermedades largas tienen ya demasiada batalla en sus vidas.
Y a veces, no basta con poner el corazón. Es algo más. Se trata de intentar ponerse en su lugar.

Nadie sabe qué pasa por sus cabecitas. Pero podemos intuírlo...
Una constante pelea entre el deseo de vivir y el miedo a marchar. El seguir buscando alternativas riñe constantemente con el qué pasará. A veces el que más te quiere no es el que mejor te hace sentir. Y no por falta de cariño, sino porque los lazos afectivos y el terror a perderlos en ocasiones dificulta todo tanto... pero hay que intentarlo.

Tenemos que darles paz para que se sientan queridos y arropados. Y aunque está muy bien charlar de cosas cotidianas, no debemos preocuparlos por las cosas que nos inquietan a nosotros que están muy lejos de las que les quitan el sueño a ellos. Porque las personas con enfermedades largas tienen un filtro para lo realmente importante.

Necesitan compañía, necesitan achuchones y besos, necesitan risas (eso siempre!) y desahogarse. Una oreja sin prisas para escuchar y un apoyo fuerte que nunca quite protagonismo al verdadero centro de atención, que es el enfermo.
A veces caemos en eso; mostramos tanta tristeza, nervios, rabia, ceguera, etc... al escuchar, que acaba siendo él quien se preocupa por nosotros y quien nos consuela... Y quien en sus "momentos de pensar", puede que sienta culpas que no merece sentir.

No todos servimos para todo, pero entre todos sí que podemos dar calma. Es cuestión de organizarse, estoy convencida. Unos sirven para hacer reír, otros para entretener, otros para cuidar de sus seres queridos, otros para resolver papeleos...
Los hay que escuchan estupendamente y los hay que animan al entorno de manera increíble. Los que crean, que recen, los que sean más espirituales, que manden energía. Todo vale si hay un buen deseo.
Los hay que aprietan la mano que es un gusto, o que duermen a tu lado y te dan calor. O que simplemente... están.
Hay quien abre las ventanas con tanto amor, que llena de aire fresco sus estancias. Y de flores. Y de colores...
Desde la lejanía también se puede ayudar. Desde el pensamiento. Y, por qué no, desde el bolsillo. L@s doctor@s han de hacer también su labor, no solo a nivel hospitalario, también a nivel humano; porque los pacientes acaban teniendo una especie de "soga emocional" con ellos.

Hoy se lo he escuchado a una amiga: las muestras de cariño son tan importantes cuando de enfermedades se trata que, en ocasiones, lo que no te puede dar "la pastilla", lo consigue EL ABRAZO.

Un beso grande y mucha fuerza a los que están peleando. Y sumo un ABRAZO ENORME para mi tocaya.

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