Hay que ver, no sé si soy la única, pero es cierto que cualquier cosa cuando eres adolescente te puede parecer "desenamorante"... Por muy madura que una se considere....
Ayer diluviaba y escuchaba decir a mi tía lo que le encanta salir y que le golpeen las gotitas en la cara.
-A mi no me gusta la lluvia -únicamente por mis plantas- pero por lo demás- le dije -nanai de la China....
Acabo de recordar el motivo...
Tendría 15 años y decidí ir al campo a ver a mi abuela. La única combinación era un autobús en un único punto de Córdoba algo lejos de mi casa...
Yo estaba recién llegada de Madrid y mi única información era que la casa de mi abuela estaba en la entrada de un pueblo llamado "EL VEREÓN", o al menos así lo decía ella...
Total, que me planto en la estación, muy fina hablando yo, y pido:
-Me dassss por favor un billete para "el Vereón"? ¿cuánto esssss? Graciassss....
Y me siento a esperar. Y por supuesto, no pregunto nada más, por el corte...
Eran las 11 de la mañana y, a las 2 y cuarto del mediodía, el taquillero me llamó:
-Niña, ¿Tú no ibah ar Vereón?
-Sissss....
-Eh que ya han pasao tóh lo artoguseh...!!!
-Si? (muerta de vergüenza) no esssscuché nada por los altavocesssss!
-Eh que teníah que haber cogío er de Puehta en Riego (que nadie me pregunte porque ni idea de lo que me hablaba, pero dijo eso).
Total, que miro un planito y descubro que el autobús que me llevaba al campo se llamaba PUESTA EN RIEGO (¿?) y de paso, con horror, me doy cuenta de que el pueblo de mi abuela se llama EL VEREDÓN... so...co...rro... (y yo muy fina con mis "eses" y diciendo "Vereón", como mi abuela...)
Decido volver a casa y.... glups.... llovía a cántaros...
A todo ésto yo era super punky. De pelo cardado hasta el cielo, de punta, sobresaliendo más de una cuarta de la raíz de mi pelo... duro como alambre por la laca Nelly... Y claro, intentar volver a casa sin paraguas era tontería. Porque encima me lo teñía de rojo con un tinte de titanlux, de esos de teñir pintura blanca (antiguamente no había tintes como los de ahora) y la lluvia habría hecho un destrozo en mi cabeza, destiñendo el pelo, bajando mi peinado, dejando una maraña de enredos en mi cabeza...
No no no... eso no... no podía ni plantearme salir de allí.
El caso es que la estación de autobuses iba a cerrar y a mi me iba a dar un infarto porque me echarían en breve y ocurriría el desastre... (a esas edades importa mucho la apariencia, y más si eras insegura y tímidísima como yo...)
De repente... un tío con paraguas me dice: ¿quieres que te acerque a algún sitio?
Ni me fijé en su cara por el corte, pero tenía que elegir :"sunami" o "pelma".
Me decanté por el pelma, cosa que en la vida había hecho ni hoy se me ocurriría por muy simpático que fuera el colega...
A todo esto, el paraguas que llevaba él era super chico...
El camino se me estaba haciendo como el de Santiago de largo, pero intentaba contestar a sus preguntas pelmas pa que no se arrepintiera de acompañarme, que aún quedaba mucho trecho...
Pero, tú sabes, cuando DOS van con un mismo paraguas, o se agarran del bracito y se achuchan bajo la tela... o uno de los dos se moja.
¿Y quién notaba agüilla resbalarle por el casco capilar?
La menda.
Pero claro, cualquiera se arrimaba al maromo pesao, que hablaba de pesadeces, que me decía que "si había metido los dedos en un enchufe", que si "hay gente que se quiere hacer la original, pero que eso se nota pero que yo sí que era original, que "hay punkys depostal y punkys-punkys" (sin apreciar que yo era evidentemente de postal y apestaba a nenuco), que "hay mucha gente que dice que le gustan "los QUIUR" (the Cure) pero que en realidad no tienen ni idea"... SOCORRO... se me estaba haciendo insoportable...
Al pasar por un escaparate... HORROR... descubrí la tragedia...
La mitad de la cabeza, la que iba dentro del paraguas, se conservaba intacta, pero la otra mitad, la izquierda, la que ME CHORREABA PORQUE EL RÁCANO SE PEGABA SU PARAGUAS A SU CUERPO-DE-TACAÑO-DE-MIERDA, estaba completamente aplastada... Y lo que es peor... la mitad de la cara chorreaba tinte rojo, cual matanza de texas... Rimmel corrido y rabillo churreteado... UN MOSTRUO, vamos...
Me quería morir y aún faltaba al menos un cuarto de hora hasta mi casa...
Ahora era peor todo. Tenía que mantenerme de perfil todo el santo rato pa que el colega no saliera huyendo... Y como el camino era eterno, empezó a decirme que "qué encanto tenía estar con una mujer tímida" (él era mucho más mayor que yo y, por mi altura, no sospechó mi edad).
Al colega le encantaba "hablar con alguien que por corte no miraba a la cara, agachada en dirección al suelo, blablabla".... De buena gana le habría mirado a los ojos y le hubiera gritado "PLASTA DE LOS COJONES"... pero mi otro perfil me lo impedía... AAAAARRRRGGGG..... Encima le estaba gustando que no moviera la cabeza mientras me hablaba!!!.... SOCORRO!!!
Hubo otro escaparate, y con él otra visión esperpéntica de lo que me quedaba de peinado. Cuatro pelos contados de punta en el perfil bueno y un bolondro de nudos "ensangrentados" por el malo!!!!...
...Quedaban ya los últimos metros... y ya, por fín... LLEGAMOS A LA PUERTA DE MI CASA.
...Entonces, el tío me dice:
-Que digo yo... que si me das tu teléfono y te llamo un día pa tomar café...
...Entonces, cuando estuve segura de que mi llave había abierto perfectamente el portal, con la cara hecha un "sanfermín", el ojo izquierdo hinchado y lloroso lleno de rimmel, laca Nelly y tinte titanlux, la casi totalidad de mi cabeza hecha una montaña de pelambreras, UN ÚNICO mechón de punta, como una antena parabólica, la ropa chorreando y medio cuerpo congelado, y toda la mala leche que había podido acumular en esos 35 minutos de trayecto, grité:
-NO!!! -y por primera vez, lo miré fijamente con ese aspecto de esquizofrénica asesina que llevaba porque ERA UN TACAÑO DE LOS PARAGUAS... - y cerré la puerta.
Mi último recuerdo fue ver a un tío de unos 30 años, que intentaba sonreír con TODOS LOS DIENTES NEGROS (lo juro!) susurrando tembloroso al verme de frente (y sospecho que aliviado por mi respuesta):
-... mmm... qué... desagradecida....!
6 comentarios:
Con el paso de los años aprendí a soportar lo justo a la gente... Y no es ser desagradecido tener que cortar a alguien que nos desagrada, aunque nos ayude a algo o nos preste un paraguas, como fue tu caso. Tan sólo es actuar con los dictados del corazón... Besos, Winchis.
Ay mare, y con ese olorcillo a ascensor lleno de viejas que suelta la laca nelly cuando se moja...Pobretica mi Rakel :*
Por cierto, algunos amigos míos, también punkis,(de postal la mayoría, se fijaban los cardados con espuma de jabón; no quiero ni imaginar los ríos de espuma de colores que llegarían a formar en algún remojón :P
A veces los escaparates están en los sitios más inoportunos.
Me has recordado a la hija de un amigo que decidió irse a Australia. Allí, yendo en el tren se durmió y se le pasó la estación. Se bajó en un sitio por la noche donde no quedaba nadie. El tren al pueblo que tenía que ir salía al día siguiente. Se sentó sola en un banco a esperar, con un temblor en el cuerpo irresistible. De pronto, vió a lo lejos un tio barbudo que se le acercaba y ella más muerta de miedo se quedó. De repente el tío le dijo: !eh, pero que haces aquí! Era una migo de su padre de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona). y es que el mundo es un pañuelo, tan lejos y sentirse nuevamente como en casa.
En el fondo ese tío, aun lo plasta que era te ayudó.
Un beso
hombre, 35 minutos andando habrían sido 15 corriendo, haberlo intentado, jaja.
ÑOOO QUE CABALLO!!!
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