jueves, 4 de octubre de 2012

120. STILNOX, nunca mais...



...Duermo poco y mal de siempre; no es nuevo. Y lo peor es que, aunque pase medio zombie el día que no he descansado, cuando llega la noche siempre se me mete en la cabeza una canción lo suficientemente pegadiza, como para estar como una rosa de nuevo y volver a no dormir.

Hace muchos muchos años, me quedé sin trabajo y me piré a Murcia a trabajar en una fábrica de conservas. Paraba en casa de mi abuelo Pepe. Él estaba en su casita de Alicante, por lo que me encontraba SOLA.
Llevaba fatal los horarios, porque tenía que comer a mi hora de desayunar -para aguantar- y currar casi todo el día con muy poco rato de descanso (donde me tomaba una cocacola de lata que se me solía caer en el pecho, por cierto) y parte de la noche allí. Y encima ...casa antigua, desconocida, los cambios, la vergüenza, no conocer a nadie, tantas horas sin hablar, quitando huesos a los albaricoques o metiéndolos en latas, hirviendo, en Agosto, la soledad, la pena... Vamos, que no dormía nada.

Llamé a una amiga psicóloga de mi ciudad para que me recomendara unas pastillitas para dormir, porque tanto curro  y tan poco sueño me tenían destrozada. Y allí es cuando apareció en mi vida aquel nombre: STILNOX...

Yo NO SABÍA que eso había que tomárselo justo pa meterte en la cama, porque no suelo acostarme hasta que estoy profundamente dormida en el sofá. Así que, muy lista yo, me metía la pastilla en la boca justo cuando salía de la fábrica, de madrugada. Luego caminaba hasta la casa de mi abuelo, me pegaba un baño, me preparaba algo de comer, cenaba, me sentaba en el sofá a ver la tele... O sea, casi dos horas despierta con mi Stilnox en la barriga haciendo sus efectitos.

Al principio no notaba nada... Cierto relax... Mente adormilada que me ayudaba a no pensar... Pero enseguida comenzaron el resto de los síntomas: me quedaba extrañada mirando cosas con los ojos como platos en la bañera hasta enfriarse el agua, se me caían las cosas al suelo, lucecitas, me pegaba golpes con las paredes del pasillo al caminar (pero golpes GOLPES)... y lo peor: EL MOMENTO-FOTOS.

Mi abuelo tenía el salón lleno de fotos enmarcadas y colgadas en la pared o colocadas en el mueble, de mi abuela fallecida, sus padres, resto de familiares... Y cuando me sentaba en el sofá, las miraba... Y ELLAS A MÍ...
Esas caras se salían de los marcos acercándose y alejándose... Me miraban fijamente, abrían los ojos... Se hacían grandes cuando se escapaban a por mí y volvían a su ser cuando regresaban al marco. TODAS. TODOS ME MIRABAN... Me espiaban, me observaban... me seguían con la mirada si me movía...

Además de no dormir...ME ESTABA VOLVIENDO LOCA...

Pasaba finalmente hoooras y horas asustada, mirando de arriba abajo, quitando fotos, volviéndolas a poner... y sin contar mis sospechas de locura a nadie.

La última de esas noches terroríficas, encima, me tomé una segunda dosis de Stilnox por ver si así conseguía escapar de tanta paranoia. Pero muy despierta yo... sin plantearme ni siquiera el irme a la cama hasta que no me venciera el sueño por completo.

Tengo vaguísimos recuerdos de esa noche, la verdad. Solo recuerdo, SOCORRO,  en las condiciones en las que me desperté:

...Estaba dormida en el cuarto de mi abuelo, posición "sentada en la alfombra con la cabeza apoyada en la mesita de noche". En mis manos tenía una Virgen de Lourdes muy bien agarrada, tamaño berenjena aceptable. Debía ser de cuando mi abuela vivía, o sea, hacía ya siglos. La Virgen se abría en dos, rollo botella, para albergar en su parte inferior agua bendita. Pues bien; no había ni gota. DEBÍ HABÉRMELA BEBIDO. Sí. AGUA DEL AÑO DE LA PERA, espero que no muy podrida, que pa eso era de Lourdes. Y lo peor: La Virgen tenía muy bien colocaíta entre los dedos -de esa mano que suelen tener estiradita- UNA FOTO MÍA DE CARNET.

A saber.¡¡¡ A SABER QUÉ ME DEBIÓ PASAR AQUELLA NOCHE POR EL COCO, CON MIS DOS STILNOX monos, para que yo me encomendara a la Virgen de Lourdes y le incrustara mi foto en la mano y me bebiera el agua bendita!!!

Pasé la jornada de trabajo ACOJONADA y cuando llamé a mi colega que me las había recomendado y me dijo: "¿pero no leíste el prospecto? ¡Eso se la toma una y se acuesta del tirón!!" suspiré aliviada...

...Y es por eso por lo que decidí que NUNCA MAIS... Que me quedo con mi insomnio, con mis chuches y con mi aburrimiento... y si acaso una valerianita.