domingo, 10 de febrero de 2013

121. PALABRA DE GITANO... BAH!



Hace exactamente 5 años mandé mi primera carta a la cadena CUATRO para quejarme, en esa ocasión, por el enfoque que daban -de cara a los que veían su programa CALLEJEROS- del pueblo gitano. Ese momento que les encanta enseñar del gitano drogadicto, rodeao de mierda, traficante, niños sin escolarizar despeinaos y comidos de mocos, gitanas con los talones negros y la risa floja con su buen machista al lado, bañándose en las piscinas tapadas hasta el cuello... que al resto del país le encanta ver desde la comodidad de sus sofás, adentrándose en esos suburbios desde la estufa de su casa...
Les invitaba a hablar de la problemática de los barrios marginales en cuestión a abandono por parte de los ayuntamientos de, por ejemplo, las tareas de limpieza, a los que en ocasiones ni los taxis se adentran en ellos para llevarte... Le invitaba a hablar de cómo a una familia gitana que se dedica a la chatarra, por ejemplo, y cuyo vehículo único era un burro, le quitaban su chabola para meterlos en un quinto piso donde ni pueden almacenar su mercancía (que es su medio de vida), ni hay una cuadra ni un arbolito pa amarrar su vehículo, porque aunque parezca un chiste, nadie sabe lo que supone subir su burro al quinto sin ascensor. 
Les invitaba a investigar la importancia de atajar sus problemas empezando desde la raíz y no por el final y a olvidar un poco el "juicio rápido". De buscar soluciones a la hora de las escolarizaciones de una parte de esos niños contando con que las familias que trabajan en los mercados, por poner un ejemplo, están allí buscando sitio y montando puesto desde que apenas ha amanecido y quizás, se me ocurre, necesiten un autobús que recoja allí a los niños y los lleve y traiga del cole y así se adapte a sus necesidades... O a que nos cuenten la importante labor de los mediadores, de los educadores sociales, las asociaciones gitanas y todo lo que están consiguiendo...
Y, cómo no, les invité a que dedicaran un programita aunque fuera a todos esos miles de gitanos que estudian, que se forman, que trabajan, que no roban, que no trafican...
(Y -ojo- ADVIERTO: me aburre igual de soberanamente el ORGULLO PAYO que el GITANO. En todo hay DE TODO. Y ladrones, traficantes, marranos, machistas e ignorantes los hay en todas las razas y nacionalidades. Así como trabajadores, emprendedores, buena gente, limpios y licenciados también. Por lo que dejémonos tanto unos como otros de tanto pego ya.)

Y les hablé de mí. Doce años conviviendo con un gitano. Conviviendo desde casi el día en que lo conocí. Sin casar, sin ser virgen, con un escote por el ombligo desde el primer día, trabajando de noche, manteniendo exacta relación con mis amigos hombres estando con él que cuando no lo estaba, con mis hechuras extrañas y mis costumbres abiertas. Haciendo topless o nudismo exactamente igual que años atrás. Hablando de sexo, de política y del tema que me viniera en gana tanto en nuestra casa como en la suya. Y no tengo que explicar creo por dónde me paso yo el machismo y que si hubiera sido una norma en mi relación, habría mandado todo al cuerno al instante. Les hablé de cómo he sido absolutamente querida por ellos: gitanos quizás con otras costumbres distintas a las mías (como las de otros no gitanos que han pasado por mi vida) que respetaron lo mío con la misma naturalidad que yo lo suyo. En mi casa siempre hemos limpiado los dos, puesto lavadoras, trabajado, guisado... Mi suegro ha sido jefe de sala de Bingo media su vida, entre otros miles de trabajos. Mi suegra se ha bañado en bikini desde joven, al igual que mis cuñadas y primas. Una familia que cuenta entre sus integrantes -de sangre o familia política- reconocidos abogados y abogadas, cocineros de hoteles importantes, vendedores de seguros, carteros, maestras, representantes del pueblo gitano aquí y hasta en Europa, vendedores de mercao, bailaores, tratantes, músicos, vendedores de pisos, de viajes en agencias... (y que muchos han seguido sus costumbres y se han casado con su pañuelo y otros han elegido no hacerlo, ni casarse, y convivir en pareja directamente)
¿Es que soy ejemplar único o es que HAY DE TODO?

¿No se dan cuenta estas productoras morbosas que están alimentando de nuevo ese desprecio al gitano sacando nada más que estas historias antiguas?

Ser GITANO es una cosa y todo el resto son ÚNICAMENTE CIRCUNSTANCIAS.
Si te crías en un barrio marginal tendrás más posibilidades de caer en la delincuencia sin necesidad de ser gitano. Las circunstancias sociales y el entorno serán las que marquen tu vida, no tu raza.
Así que dejémonos ya de historias de payos y de gitanos, AMBOS, y sobre todo DE GENERALIZAR. Todos somos personas, coño... El machismo está en el aire a diario y no únicamente viene del gitano. Ni viene de ellos el querer que tu hija se case virgen... ni la falta de higiene, ni la incultura, ni na de na... Aquí fallamos todos. Y robamos todos si es preciso. Y hacemos también todos las cosas bien cuando queremos y podemos.
No se trata de defender a malsalva ni a unos ni a otros. Cada cual es libre y se representa a sí mismo como individuo único exclusivamente. El que quiera gastarse en una boda millones, pues que lo haga. Y el que quiera comprarse un bolso de marca para aparentar, que lo haga. El que quiera vivir para trabajar que lo haga, y quien prefiera trabajar lo justito para disfrutar de la vida, pues ole...
Las características de las personas NO SON INTRÍNSECAS DE LAS RAZAS, no lo son. Igualdad de derechos, igualdad de oportunidades... eso es lo que debemos batallar. Y basta ya de programas que enseñan lo más oscuro... Basta ya del mito del gitano lleno de brillos que no sabe hablar, navaja en mano. Allá cada cual con lo que haga y que cada uno sea consecuente con sus acciones, pero nadie abandera con ellas a toda una comunidad. Ni unos tan malos ni otros tan santos.
Así que no le hagamos palmas a este tipo de programas carroñeros. Si quieres saber, si quieres conocer... MUÉVETE.

3 comentarios:

siouxie dijo...

¡"Chapó",Reinamora!




Anónimo dijo...

no hay más verdad que la que se vive y hay gente pá tó

Antonio Efimero dijo...

La gente necesita etiquetas para poder vivir tranquila. Necesita catalogar lo que ve a su alrededor y que todo sea o blanco o negro.
Cada vez queda menos autenticidad y nos movemos por modas, leyes morales, prejuicios infundados desde generaciones atrás...

Mover el culo, como tu dices Raquel, puede desestabilizar un mundo de etiquetas y quizás muchas personas no podrían soportar no tener un nombre para poner a lo que hay a su alrededor.