domingo, 25 de diciembre de 2011

115. TRATADO DEL BUEN CLIENTE DE BAR


Después de muchísimos años trabajando tras las barras, quisiera que hoy os pusierais en nuestro lugar, en el de los que os sirven. Porque estoy un poco aburrida de que el maltrato que se le da a nuestros sitios de trabajo, siempre se excuse con la frase: "es que es un bar, es normal"...

...Y aunque voy a escribirlo en primera persona, esta noche seré LA VOZ de todos los camareros de bares de copas. En ocasiones propietarios, en otras meros currantes... pero siempre LOS QUE OS SIRVEN.

¿Alguien sabe cómo nacieron los bares? Pues bien, os lo contaré...
...Nacieron el día en que un matrimonio muy generoso -Jonh Stonturk y Helvia Sandk-, invitaba a tantísima gente a su casa a comer, a merendar, a cenar y a beber, que no tenían tiempo de trabajar para ganar tantísimo dinero como para llenar su nevera y su mueble-bar. Y sus amigos, sintiéndose tan bien tratados por ellos, le propusieron "pagarle" por sus servicios para que se dedicara plenamente a ellos. Hicieron cuentas entre todos para que, por un precio razonable, el matrimonio pudiera costear sus gastos de hogar y de "mercancía", y así disfrutar de su buen trato y de su compañía..

En menos de tres años más de 20 matrimonios habían copiado la idea y bueno, hoy en día tenemos bares casi por cada manzana de cada rincón. Y aunque, lo que acabo de contar me lo he ido inventando sobre la marcha porque me parece muy romántico, pues eso, que podría ser...

El concepto "bar" realmente partió de la idea "te invito a mi hogar", por lo que NUNCA olvidéis que cuando entráis a tomaros una copa, estáis siendo invitados a "la casa del camarero"...

Por eso, quisiera recordaros algo, que espero no caiga en saco roto. Y hablo de los camareros en general, así que no os excuséis buscando al que se salta la regla... Aunque penséis que nuestro trabajo es mecánico y fácil, muchos ponemos cariño en ello...

-Cada vez que tiras una servilleta, un chicle, los papeles de tu bolso, el paquete de tabaco vacío, etc.. al suelo, es equivalente a ir de visita a una casa y ensuciarle el suelo por la cara...

-Los cuartos de baño SIEMPRE los limpia alguien. No es magia, en serio. Muchas de las veces lo friega el mismo camarero que te sirve -en mi caso, por ejemplo- o una señora contratada que viene ya hartica de limpiar su casa sin que nadie se lo agradezca. Así que sencillamente utilízalo como si fuera el de tu casa, si es que allí respetas a quien limpia.

-Si limpio la barra constantemente no es porque "esté obsesionada por la limpieza", ahórrate la frase. Es porque no quiero que te ensucies las mangas de la camisa al apoyarte, ni que se te moje el móvil o el bolso, te lo aseguro...

-Cada vez que un camarero te pone una copa, no lo hace sin más; normalmente se preocupa de que el último hielo esté boca abajo, para que no te moleste en los labios al beber. Cuida bien que el vaso esté limpio, como si fuera para él. Y te pone la cantidad estándar de alcohol. Si quieres más o menos, avísale, a no ser que te sirva Rapphel u otro adivino. Sobra la frase "ésto no sabe a ná", porque no tenemos la culpa de que la cantidad de alcohol en tu sangre sea tan inmensa como para que necesites doble ración. No cuesta nada ser agradable. ¿quieres más? Yo te pongo más, no hay problema.

-Si ves que colocas tu vaso en lugar incorrecto (silla, suelo, filito del futbolín, cabeza de tu amigo...) y se te cae más de dos veces seguidas, piensa que quizás si "dejas de tropezar en la misma piedra" y lo dejas en la mesa o tienes más cuidado , no tendré que ir a fregarte el suelo por tercera vez.

-Cuando te pongo chupitos y no los lleno hasta el filo, no es porque quiera engañarte, es para que no te chorree y te manches las manos y acabes limpiándotelas en el bolsillo de atrás del vaquero. Además los uso más grandes de lo normal, para que la cantidad sea la misma.

-Cuando pagas una copa, únicamente costeas el líquido de dentro, incluido el hielo. No pagas el vaso, ni la silla, ni el local, ni las bombillas, ni los ceniceros, ni los adornos, ni los vasitos de las velas, ni al camarero. No eres dueño de nada, únicamente de tu bebida.

-Los camareros no somos una clase social inferior a ti. Ofrecemos un servicio, calmamos tu sed. Pero nos gusta que nos pidan con la misma educación con la que os servimos. A mi el dinero me la chufla. Prefiero poner una cerveza en toda la noche a una persona agradable que cien copas a dos maleducados.

-Cuando se te caiga un vaso al suelo, díselo al camarero. Si lo barremos y lo fregamos evitaremos que vayáis chapoteando por todo el bar, que alguien se caiga y se corte... El momentito ese de pegarle la patadita y echarlo debajo de la mesa es absurdo. De nada sirve esconder cristales en un bar que se limpia a diario. Siempre lo encontraremos, no lo entiendes?

-Cuando se te rompen cuatro vasos seguidos, deberías darte cuenta que es el momento de abandonar el local. No por los vasos, por ti... Si no tienes amigos que te comuniquen que ya estás suficientemente perjudicado, me tienes a mi, que te miraré con una vena en el cuello notablemente inflamada.

-Si te digo que no fumes, es porque la ley lo prohíbe. Más ganas que tengo yo de fumar, no las tienes tú. Pero es que me multan...

-Si hay un cartel en la puerta que te invita a usar vasos de plástico para salir del local, no te lo pases por el forro. Sencillamente, volviendo a la ley, es porque me haces incumplirla a mi de rebote.

-Si te pongo una caña en un vasito mono con flores de colores, no es para que te lo lleves a tu casa, es para que te sientas en ella...

-Si estoy poniendo una canción de The Kinks, no me pidas si puedo ponerte la de "Por ella" de Jose Manuel Soto. No ves que NO PEGA? Entiendo que sepas que tengo Spotify, pero al menos pide algo acorde con la sesión que suena, por dios...

-Si me preguntas que qué cervezas tengo y te doy una lista de diez, donde no hay sitio para la Mahou, no te empeñes en preguntar si tengo Mahou porque ya te he dicho las que tengo. Y si no eres capaz, no me hagas enumerarte las diez, que algunas tienen unos nombres impronunciables, pa luego pedir la que no he dicho...

-Sé que no sabrías diferenciar un triste JB de un Ballantines a las 4 de la mañana con una tajá de campeonato, así que no te tires el rollo.

-Llegar a un bar corrientito y pedir un gin tonic de "Gruebabdghsufeiser" (o cualquier otra ginebra rarísima nueva de la que solo hay en DOS sitios del mundo) como si fuera algo normal (en vez de, al menos, preguntar primero si la tuviéramos) es como ir a la panadería de toda la vida de tu barrio y pedir una barra de pan de cebolla, orégano y dátiles como si fuera algo normal. O al menos a mí me resulta igual de pegoso.

-Cuando te pongo las, por ejemplo, cuatro cervezas de botella, date cuenta que siempre tienen la etiqueta para que tú la veas, y están colocadas paralelas y a la misma distancia para hacerte agradable la vista y no añadir un problema visual a tus problemas cotidianos (bueno, ésto creo que solo lo hago yo..)

-Los camareros sonríen por ser agradables, es su trabajo. Y eso no quiere decir que el último que se va se l@ va a ligar.

-Mientras más educado y agradable seas con tu camarero, más cariño va a poner en la copa que te sirve, no lo olvides...

Por lo demás, yo estoy encantada de servir, cuidar, incluso escuchar penas...




5 comentarios:

Apolonia dijo...

Muy bueno Rakel, muy bueno. Yo también he sido camarera mucho tiempo y añadiría otra cosa sumamente molesta, y es que te llame el/la últim@ que ha entrado al bar en hora punta y se ofenda porque tardes más de 10 segundos en atenderlo, cuando tienes la barra llena a rebosar de gente y le estás pidiendo al cielo que te clone pon diooooooo... pero no, claro, sólo puedes tener ojos, oídos y brazos para esa persona, que encima te llama como si fueras una cabeza de ganado y se cree con el derecho de decirte lo que le salga en gana, porque como eres la camarera, parte de tu trabajo es aguantar burradas.

En finsssss

Una penita...

¡Besiños guapaaaa!

Antonio Efimero dijo...

Que razón tenéis. He sido camarero muchos años y me he encontrado uno por uno todos los que enumeráis. Raquel tu tienes un 20 de nota a la hora de servir. Cuidas, escuchas y complaces a tus clientes. El otro día mi madre estuvo en tu bar y en la cena de navidad dijo que se sintió como en casa, que el trato fue de lo mejor que ha visto.

Ya que estás con toda esta infomación te podrías escribir un tema pal próximo disco jejeje..

Besos.

Toñi Sempere dijo...

Hola Rakel, yo que he servido muchas mesas, te digo que tienes muchísma razón, aunque tengo que decirte también que no todos los camareros son como tú.
Por lo que se te lee, cuando tú haces algo, le pones toda el alma, ya sea servir copas, ya sea lo que sea.Y asi siempre salen las cosas de cine.
pero no todo el mundo es asi. Hay camareros que no sirven mesas, más bien parece que están echando de comer al rebaño.
Aprovecho mi visita para desearte una muy feliz navidad y un magnífico año nuevo para ti y tu familia.
un abrazo

burgales dijo...

Grandísimo Rakel! Todos los camareros hemos vivido la misma situación!!

Albabá Albaile dijo...

jejejjee.. me ha divertido mucho leer tu escrito a la vez de traerme algunos malos recuerdos que tu bien has detallado. Tienes razón al decir que muchos camareros/as realmente le ponemos mucho cariño al cuidar y atender a nuestros clientes, porque nos gusta o porque nos sale así, y me alegra mucho que decidas desde la absoluta humildad dar un toque de atención a todas esas personas que no ven ese cariño y esa buena disposición de la que hablamos y que en consecuencia no disfrutan los muy tontos. Espero que, aparte de nosotros, muchas de esas personas lean tu artículo y al menos se paren un rato a meditar en todo ello y en lo que se están perdiendo. *Debemos exigir como mínimo lo que nosotros/as seamos capaces de dar y en este caso damos*.

Un abrazo Rakel y que te valla peritas! XD