martes, 5 de enero de 2016

9. fragmento de mi libro...

(La foto está borrosa, como mi pasado aquel...)
"DESDE MI MUCHA... O POCA VERGÜENZA", capítulo 34:

...Al final, recurrí a las barras de los bares... No para darme a la bebida -que es lo que debería haber hecho- sino como camarera responsable... de servir copas a personas con ganas de diversión y de colaborar, con otros más derrotados, en terminar de destrozar sus hígados alcoholizados... Este oficio, que practiqué hasta hace un par de años, aseguraba el pago de mi piso y escuela...

¡Y no veas como lo echo de menos...! Como nunca he sido bebedora -menos aún currando- desde mi puesto privilegiado fuera de empujones, podía observar a todo el personal, haciendo la veces de psicóloga en algunas ocasiones... Mi estado “sereno” acompañaba para estudiar sus adentros, inventándome en ocasiones la vida que llevarían en sus casas...

Me preocupaba si un consumidor habitual de refrescos me pedía un copón de alcohol, preguntándole rápidamente si le ocurría algo. Siempre acertaba. Si otro necesitaba unas monedas para pagar su bebida y, me lo comentaba con gracia, sacaba la cantidad de las propinas para que pudiera comprarla...
Cuando consideraba que alguien estaba ya demasiado borracho, lo convencía fácilmente para que se tomara un botellín de agua...

Me entristecía cuando una aparecía con novio distinto al que le acompañaba normalmente (¡...con lo buena pareja que hacían!) y me llenaba de ira cuando otro venía con la amante, no queriendo ni mirarla para no ser cómplice de la traición. Era gente que únicamente veía en el trabajo, que no conocía de nada, pero me sentía muy implicada en sus vidas... Para mi era muy gratificante que un cliente prefiriese que le atendiera yo a cualquiera de mis compañeros de trabajo, aun siendo idéntico el contenido del vaso servido y de exactas cantidades seguramente... Aunque a veces era un suplicio, la barra era de gran ayuda para evadirme de las dificultades y problemas de mi propia vida...

Lo más divertido de mi etapa de camarera fueron los trabajos en Córdoba. El “acento” de aquí, que se come las letras a destajo, sumado al fuerte volumen de la música, a veces te hacía complicado entender lo que te estaban pidiendo... Si no eras de la tierra, poco podías acelerar en tu trabajo... Una gran parte de los consumidores de la noche, tienen una manera muy particular de llamar a las bebidas.

Por ejemplo, muchos cordobeses beben whisky segoviano -cosa nada común en otros lugares donde he ejercido esta profesión- pero convirtiendo su marca “Dyc” en un breve “dih”. El bourbon “Four Roses” pasa a ser “un fú roseh”. La cerveza Heineken tiene varias vertientes, “jeikenen”, “éniken” o “jéliken”. La Fanta de Naranja -ayudada por ese entaponamiento nasal que se tiene tras largas horas de marcha- se denominaba pues, “fahtararaha”, todo seguido...

...Añadamos al asunto que los cordobeses son fieles a la Pepsi (vulgarmente apodada “pecsi” si se toma sola y “pehsi” si va acompañada) y al Seven Up (“sevenáh”) y son capaces de abandonar tu negocio si le ofreces -como única posibilidad para mezclar sus combinados- Cocacola (“coacola”) o Sprite (“ehprai”/ “ehprite”)...
...Agreguemos más: lo que para el resto del mundo sería un Dyc con Pepsi, aquí es un “dihpehsi”, todo junto. Y tanto pedir lo mismo, tanto pedir lo mismo, que algunos creen que “DYHPEHSI” es la marca del whisky. Queriendo que le sirvas tres de esos y uno con Seven Up, te indican:
-“Porme” Tres “dihpehsi” y un “dihpehsi” con “sevenáh”...- y te quedas con cara de plancha...

Contagiados por la embriaguez, te llegan otros que, para pedirte un Ron Bacardí con Pepsi, dicen “bacardicóla” -con único acento en la “o”- y luego añaden “...con pehsi”. Pasando nuevamente a ser la marca del ron “BACARDICÓLA”... o la marca del refresco como en esta otra ocasión:
- “Ar favó” de ponerme tres “bacardicóla” con “pehsi” y un “Casique” con “bacardicóla”- ... para flipar...


Los más empanados de la vida te reclamarán “un Gin Tonic con tónica” o un “cubalibre de Larios”, aunque de toda la vida el Cubalibre haya sido Ron...
Una de las cosas más absurdas que he presenciado fue una chica que quería sorprender a su pretendiente de su sabiduría en combinados. En algunas zonas de costa, a la mezcla de coñac con batido de chocolate se le llama “Logumba” (o algo así... debo investigarlo) , pero en Córdoba no es común ese apodo. Para tirarse el rollo y, mirándome con cara de “a que no sabes ni de lo que hablo”, me pidió, muy fina ella:
-Me pones, por favor, un “Molumba” (te cagas) con chocolate...- Yo me quedé parada, escondiendo la sonrisa, por lo que la “listilla” agregó:
-Verás, que si no tienes “Molumba” me puedes poner “Magno”... -pasando nuevamente a convertir el nombre del “cocktail” en la marca de la botella de coñac.


Pero a lo que no estaba acostumbrada es a ser yo quien metiese la “gamba”... Una noche, a primera hora, entró una parejita joven a mi bar...
La barra abarcaba tres o cuatro metros de largo y, me encontraba en la zona central, cuando el chico me hizo un gesto con la mano. Me acerqué, pegué la oreja a su boca y gritó:
-¡Qué “fotogénica”!!!- a lo que yo sonreí y comencé a enjuagar las bayetas en la parte del fregadero, apartándome de ellos... Volvió a mirarme, fui en su busca, y dijo de nuevo:
-¡Qué “fotogénica”!!!- y sonrió, mientras yo me preguntaba...
-¿Qué querrá decirme?- y eché Mistol en el agua...
...El tipo, con cara de sorpresa por mi indiferencia, repitió:
-¡Qué fotogénica!- mi boca se torcía por momentos y... meditaba:
-¿A qué viene eso de “fotogénica”? ¿Qué porras quiere el tío este?- y continué la tarea de los trapos... El muchacho insistió, chillando más por la fuerte música de fondo:
-¡Qué “fotogénica”!!!- quedándome yo super seria y sin levantar la cabeza del grifo...
-¡Tendrá cara!- dije para mis adentros...- ¡La novia delante y el colega tirándome los trastos...!- qué poca vergüenza...

...El chaval repasó todo lo largo de la barra, ojeando a ver si había más camareros. Pero, como estaba sola, volvió a increparme con su comentario:
-Perdona... -le observé con fastidio- ¡Qué “fotogénica”!- la novia se iba encendiendo por momentos y yo, ya no sabía dónde meterme... Incrusté mi cabeza en el barreño de las bayetas, y simulé seguir lavando...
-¿Está abierta la barra?- irrumpió otra vez mientras yo asentía levemente con la cabeza...- ¡Qué “fotogénica”!- insistía, perplejo por mi actitud... Entretanto, su pareja se cruzó de brazos con nerviosismo y frunció el ceño... Comencé a abrillantar la barra con mis trapos relucientes... así “ella” vería que “yo pasaba” de su novio...

-¿Qué coño quiere éste? ¿Que “pose”? ¿Qué “fotogénica” de qué?- La consorte se enfurecía más a lo lejos, me estaba dando miedo ya... Cuando el muchacho, una vez más, me hizo un gesto con la mano, me acerqué cabreada procurando que su chica escuchase bien el tono de enfado:
-¡Qué quieres!- él, asustadito perdido, susurró dulcemente con un acento super cordobés:
-...Dos... “jeliken”...- tierra trágame... Me estaba pidiendo desde que llegó dos Heineken, pero como decía “dos jeliken”, pues yo entendía “qué fotogénica”... Por eso tanta insistencia y la mala cara de la mujer, cabreada por mi pasividad ante su petición... Socorro...


...Tuve que acercarme, explicarles lo que me había ocurrido, disculparme ciegamente por mi sordera y, por supuesto, invitarles a las birras...

5 comentarios:

TAN TRENDY dijo...

Cada día me gustas más............
AHhhhhhhhhhhhhhh...eso quisiera haber sido yo..camarera..bu bu..aún hoy quiero seguir siéndolo.
Ai lopiu ayu!!

Gorpik dijo...

Creo que es "Lumumba", no "Logumba". Hace unos meses estuve en Alemania y en todos los mercados navideños había puestos en que lo vendían (caliente, claro, que hacía un frío del carajo) con ese nombre.

Hace poco supe de alguien que pedía "un yintoni de balantáis con coacola". Seguro que fue cliente tuyo.

Win dijo...

ja,ja,ja...

Anónimo dijo...

Hilarante escrito.
Gracias por el ratillo y la sonrisa que me has puesto en la boca. Saludos tardios de un hijo de cordobesa.
Adió.

Win dijo...

Gracias "yomismo"... Supongo que al tener raíces cordobesas, lo entiendes algo mejor... Besos